Encuentro extraterrestre el día antes de cumplir cincuenta
La otra noche salí al balcón a fumarme un cigarro y una nave extraterrestre se paró justo delante de mi balcón. Por la ventanilla de la nave asomó una cabeza amorfa y apepinada. Al principio me asusté un poco, pero al ver el careto de buen rollete del alienígena en seguida se me pasó, y me dijo: “¿No tendrás un piti, por casualidad?” ¡Joder! No sabía yo que esta gente fumara, pues se vé que sí, que fuman, y como carreteros. No sabía si dárselo, pensé: “Lo mismo es una estratagema y a la que alargue la mano pá darle el cigarro, me agarra y se me llevan para abducirme u otras intenciones propias de los extraterrestres”. Le dí el cigarro, me arriesgué, lo sé, pero es que tenía una cara de deseperao. Le iba a dar fuego pero no hizo falta, encendió el cigarro con la mente, aspiró, echó una bocanada de humo por las orejas y entablamos conversación.
Le pregunté: -Oye,
¿tú qué edad tienes, si no es mucho preguntar?
Sé dio la
vuelta y le dijo a su compañero:
-Paskasio, pon
la nave en punto muerto que voy a echar un piti aquí, con esta terrícola tan
maja. Y me respondió:
-¿Qué me
decías, que qué edad tengo?, pues no lo sé, la verdad, ¿eso qué es?- Y yo le
expliqué:
- Pues los
años que tienes. Desde que naciste, hasta hoy.-
Me dijo que no tenía ni idea, y que cómo podía saberlo. Así que le hablé
del calendario cronológico y tal.
-¡Ah, vale, la chuminada ésa de contar el
tiempo con numeritos y tal! He oído hablar, sí,- afirmó- pero es que nosotros no tenemos calendario, chata, y ni
falta que nos hace.
-Pues también
tienes razón, total, pá lo que sirve.- dije yo.
No son listos ni nada los extraterrestres. No
tienen calendario pero saben cuando van a nacer y cuando van a morir. Qué
bonito! Y nosotros, mucho calendario y orden cronológico y tanta historia y no
tenemos ni pajolera idea de cuánto tiempo tenemos de vida. No, si ya lo sabía
yo, que el calendario no servía pá ná. Pero que me lo tenga que decir un
alienígena… manda cojones.
Y, no sé por
qué extraña razón, el alienígena se interesó por el tema.
-¿Y por qué me
preguntabas lo de la edad?- dijo.
-No, por
nada…-murmuré yo.
-Mujer, por
algo sería…-insistió.
-Bueno, es que
mañana es mi cumpleaños, y… voy a cumplir cincuenta.
-¿Y…?
-No, nada…que
es una edad que ya…no sé si me entiendes…
- No, no te
entiendo,¿qué pasa con cumplir 50?¿es algo especial para los terrícolas?
-¿Especial?
¡No! No es que sea especial…
-¿Es
importante, entonces?
-¿Importante?
No, tampoco es que sea importante…
-Pues ya me
dirás qué es!
-Joder,
¿quieres saber qué es?¡Es chungo, muy chungo, la verdad!Pá qué nos vamos a
engañar,¡Cumplir 50 es una mierda!- exclamé yo, me salió del alma, y saqué otro
cigarro, lo encendí y aspiré con ansia infinita.
- A ver…- dijo
el marciano con voz suave y tranquilizadora- mira, yo no entiendo de cosas de
la edad de los terrícolas, pero te veo mú mal, como con angustia, como enojada,
pásame otro piti y hablamos sobre ello, analizamos el asunto y sacamos
conclusiones ¿qué te parece?
-Toma, ánda-
le pasé otro cigarro y añadí – mira, como te llames…
-Andrómedo me
llamo…
-Pues mira,
Andrómedo, te lo agradezco, pero es que no hay nada que analizar, para un
terrícola, el promedio de vida es de unos 80 años, más o menos, o sea que
cumplir cincuenta viene a ser, básicamente, que ya te has pateao más de la mitad, bueno, eso suponiendo que
llegues a viejo.
-Comprendo lo
que quieres decir, pero ¿cuál es el problema? Aún te quedan 30 años, según esa
regla.
-¿Qué cuál es
el problema? ¡Ése es el problema! ¡Que sólo me quedan 30 años por vivir, si
llego a los 80, claro!
-¿Y te parece
poco?
-Hombre, poco,
poco…no. Son bastantes, sí, lo que pasa es que esos 30 son…cómo te lo explico…son
de otra manera, no son igual que los otros 50. No sé si me pillas.
-Espera…-dijo
el extraterrestre, sacando una especie de tablet. Tecleó sobre ella y en unos
segundos dijo haber obtenido toda la información necesaria para continuar
nuestra charla. Me miró, con gesto de desaprobación y exclamó:
-¡Ahora lo
pillo! ¿Y quieres saber lo que pienso? Vosotros los terrícolas es que sois la
hostia, os quejais por vicio, no estais contentos con nada, todo os parece
mal…¡y así os va!
-Qué fácil es
opinar, sin saber de la misa la mitad, te habrás quedao a gusto, cabeza huevo,
con tu sabia conclusión!
-Te equivocas,
yo no he sacado aún ninguna conclusión, tan sólo he opinado.
-No, perdona,
no has opinado, has criticado, que es distinto, con retintín. Y encima
insultando.
- Y tú qué,
que me has llamo cabeza huevo.
-Es que tienes
cabeza huevo, qué quieres.
-Te estás
poniendo nerviosa, fúmate otro cigarro y dáme otro a mí.
-No me dá la
gana. Gorrón.
-Oiiii! Así
vamos mal ¿eh? Me estás hinchando las antenas…
-Me alegro, a
ver si te explotan.
-Vamos a
llevarnos bien, ¿eh? te lo digo de buena fé, sin acritud, pero que sepas que si
a un marciano se le hinchan las antenas, es muy mal asunto, porque tenemos
pistolas láser y yo soy de gatillo fácil, no te digo más.
-Pues mira,
moco verde apepinao, si a una terrícola se le hinchan las pelotas, la cosa
pinta peor, porque yo pistola láser no tengo, pero tengo mú mala leche, y antes
de que te diera tiempo a apretar el gatillo pá mandarme un láser, de la hostia
que te meto, te pongo las antenas de corbata y con tu cabeza de pepino me hago
un gazpacho!
-Muy chulita
eres tú, para ser cincuentona.
-Ya estamos,
es que al final todos los tíos sois iguales, lo mismo dá que seais de Saturno o
de Albacete, cuando una tía os descoloca, hala, a ofender, a provocar, a
humillar a base de bien. Pues te voy a decir una cosa, bichejo viscoso, de
entrada me caíste bien, y eso que al principio pensé: que tío más gorrón,pero
luego, yo que os tenía a los extraterrestres por seres de inteligencia
superior, já, menudo chasco me he llevao, te has retratao tú solito, cuando se
lo cuente al Iker Jiménez va a flipar!
-¿Y ése quién
es?
-El del cuarto
milenio, espera, no te muevas que te voy a hacer una foto.
Saqué mi móvil
y disparé la cámara. Entonces, el compañero de la nave se asomó y dijo:
-Tío, tenemos
que irnos…¿te falta mucho?
-¡Eso, vete, escurre
el bulto!- grité yo- así no tendrás que disculparte!
-Un momento-
dijo él- ¿disculparme dices?- y consultando su tablet añadió- ¿Te refieres a
decir: “lo siento, no quería ofenderte”?
-Exacto, es lo
que solemos hacer los humanos cuando nos pasamos tres pueblos. Se llama
diplomacia, cortesía o educación. Es como arrepentirse de algo aunque por
dentro no te arrepientas, pero quedas bien.
-Qué falso
¿no?
-Sí, también
se llama falsedad, hipocresía…pero suele funcionar.
-De acuerdo,
me disculpo, lo siento….¿te vale?
-No, no me
vale.
-¿Por qué?
-Porque a mí
la falsedad me revienta. No soporto a la gente hipócrita.
-Quien te
entienda, que te compre. Qué difícil eres, chata. Y qué complicada.
-Lo sé, y me
encanta ser así. Será cosa de la edad.
-¿La edad?¿qué
edad?
-La mía,
coñe!? Serás extraterrestre pero tienes menos memoria que una mosca cojonera.
Que tengo 50 tacos ¿recuerdas? Y a mis 50 tacos no estoy pá chuflas!¡Hala,
majo, a tomar por culo por la galaxia, que te dé un poco el aire! Yo me voy a
dormir.
La nave
alienígena desapareció en una milésima de segundo, pero yo ya estaba en la cama
con mi pijama puesto y la sonrisita en mi cara presagiaba muy dulces sueños.
* * *
Estrella Cabrera Z. 16 Enero 2013
P.D. Os preguntaréis, ¿qué hay de la foto? Sí, tengo la foto. Un documento excepcional, aunque el encuentro no lo fuera. Y, mientras no aparezca la NASA y me ofrezca un pastón, de momento, la guardaré.
P.D. Os preguntaréis, ¿qué hay de la foto? Sí, tengo la foto. Un documento excepcional, aunque el encuentro no lo fuera. Y, mientras no aparezca la NASA y me ofrezca un pastón, de momento, la guardaré.
Jaaaaaaaaajajajajajaa "moco verde apepinao"??? A ti no te mandarían de embajadora de buena voluntad en un encuentro extraterrestre jajajajajaja, ya te lo digo, a ti te esconden (a ti y a tu paquete de tabaco)
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